Estos 2 procedimientos son ideales para tratar lesiones benignas en la piel. La electrofulguración cauteriza los tejidos mediante energía eléctrica y también algunos vasos sanguíneos, el curetaje realiza un raspado de piel para retirar la lesión directamente.
Se hace uso de un cauterio para sellar los vasos sanguíneos y detener cualquier sangrado después de retirar la lesión.
Con una cureta se puede raspar la lesión y retirarla de la piel, o también utilizar la técnica de electrofulguración para cauterizarla y removerla.
Tumores benignos como queratosis seborreicas o malignos como el carcinoma basocelular superficial se puede tratar con esta técnica.